
Posted in:
SEDA
Por Paco Montaño Lo primero en que se fijó al entrar en el cuarto precedido por la prostituta que minutos antes había abordado en aquél tugurio, fue la cama. En realidad, no era más que un colchón duro y viejo tendido sobre una base de cemento burdamente pintado para disimular. Sus ojos se posaron en […]