¿LSD TERAPÉUTICO?

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Desde el descubrimiento del LSD (ácido lisérgico) hace más de 60 años, se han hecho estudios que demuestran que esta droga -además de darte un mega viaje- tiene propiedades benéficas.
No es casualidad que tantos artistas, gurús y hasta científicos defiendan a capa y espada el uso de este alucinógeno.

En 1965 existían más de mil artículos que ilustraban los beneficios terapéuticos del LSD. Se utilizó como tratamiento para ansiedad, alcoholismo, depresión y dolor –junto con terapias- para pacientes con cáncer. Sus beneficios se compararon con aquellos de algunos hongos alucinógenos. Sin embargo, la sustancia fue prohibida y con esto las posibilidades de seguir estudiando sus propiedades se disolvieron.

El LSD, se convirtió en una droga mal vista, utilizada para fines recreativos de manera ilegal.

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Julius Axelrod es pionero en el esudio del LSD

Un nuevo estudio reafirma los resultados que se obtuvieron hace más de 40 años. El estudio fue publicado en el renombrado Journal of Nervous and Mental Disease, y encontró evidencia de que el LSD administrado en un ambiente médico/terapéutico, reduce la ansiedad de personas con enfermedades terminales. Aunque el estudio se realizó con pocas personas por el carácter ilegal del mismo, el estudio arrojó resultados que rompen muchos de los estereotipos y estigmas de esta droga.

Los investigadores buscaron a 12 personas con problemas de ansiedad debido a enfermedades terminales. Ocho de ellos fueron elegidos aleatoriamente para recibir psicoterapia sin droga y con droga. A los cuatro restantes se les suministró un placebo estableciéndolos como grupo de control.

El LSD ayudó a estimular un estado psicológico que un paciente describió así: “Mi experiencia con el LSD trajo de vuelta mis emociones y mi capacidad de confiar en la gente, así como un sentimiento de permanencia con el Universo donde éste dejó de ser mi enemigo para ser mi aliado. Me permitió fundirme en esa belleza”.

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Aunque el estudio fue muy pequeño para arrojar conclusiones contundentes, los investigadores creen que debería permitirse ampliar este campo de estudio pues es evidente que puede funcionar y, en el peor de los casos, no hace daño.

En el seguimiento, dos meses después, los investigadores notaron una significante reducción de angustia en los pacientes que ingirieron LSD. En contraste, la ansiedad aumentó en el grupo bajo control. Además, el grupo que tomó LSD mantuvo bajos niveles de ansiedad durante más de un año entero.

“Este estudio es histórico y marca un renacimiento en la psicoterapia con LSD. Los resultados positivos y la evidencia de que son pruebas seguras demuestran que es indispensable realizar estudios más profundos al respecto”. Comentó Rick Doblin, director de MAPs (Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies).

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No es la primera –ni será la última- vez que se prueba que ciertas drogas, sobre todo alucinógenas, tienen efectos curativos en el ser humano. Actualmente se discriminan porque pareciera que sólo son para evadir la realidad, pero no podemos dejar de lado que durante cientos de años los seres humanos utilizaban este tipo de recursos para alcanzar mayores niveles de consciencia.

Este artículo es un pequeño paso que busca acercar a investigadores y recaudadores de fondos a este tipo de temas. La idea es quitar el estigma de los alucinógenos y comprobar que pueden ayudar a tener acceso al subconsciente y, por ende, mejorar el estado de ánimo de las personas.

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