En este país donde la diversión o en su defecto, el entretenimiento depende de nuestro bolsillo, hay muy poco que hacer, y desmayarte de borracho entre semana o cada fin es una gran opción mientras esperamos la siguiente recesión económica o alguna devaluación priísta. Pero como no tenemos los medios para echarnos un Aurum Red Serie Oro cada semana (ni cada año), aquí te contamos sobre las bebidas más baratas que puedes encontrar en tu vinata, tiendita y oxxo más cercano.
Por Redacción Pravia.
Un grupo de expertos, incluyendo un sommelier y catadores de primer nivel pusieron a prueba algunos de los tragos más baratos que puedes encontrar en cualquier vinatería entre: Antillano, Tonayán, Anís del Chango, Rancho Escondido y el Reyes. Todo esto con el fin de que no te empines la primera botella con la palabra “alcohol” que veas en la repisa del oxxo.
Cada bebida se calificó por:
Aspecto visual: turbidez, color, brillo.
Análisis olfativo: calidad, limpidez, carácter, intensidad y equilibrio aromático.
Análisis gustativo: calidad de sabor, limpidez, equilibrio, intensidad y persistencia del cuerpo.
Presentación: diseño de botella, etiqueta y tamaño.
Cuando se habla de transparencia, básicamente se refiere a que no sea puro. Hipotéticamente ninguna de estas bebidas debería ser turbia, si es así, algo está mal. Normalmente debe ser brillante y transparente, aunque la bebida tenga color.
RANCHO ESCONDIDO
Primero, no es tequila, es “licor de agave”. El tequila es una denominación de origen, pero si no está hecho dentro de la dominación de origen que tiene el tequila, no se puede llamar así. Huele a madera y sí huele a tequila un poco. Lo más loco de todo es que huele bien, pues está hecho con el Azul Tequilana Weber, que es el agave del tequila. La neta pónganlo en una cata con otros tequilas y pasa perfecto.



CAÑA DE ORO
Brillo, tiene buen color, es transparente. Lo que pasa es que no hay que castigarlo de facto. Si abrimos la mente, no tenemos que calificarlo de facto. Como ya sabemos que son baratas, que son chafas, vamos calificando un poco con la intención de castigar y no. Lástima que le han metido un presupuesto de mierda a la botella y a la etiqueta.



TONAYÁN
De entrada, la botellita de plástico parece como de champú. Pero la presentación es encantadora. Es el más famoso de toda la lista. No sé por qué la gente le dice ‘mezcal’, cuando es un licor de caña. Le meten color caramelo para que parezca un reposado. Huele bien, huele fuerte pero es una pena que la botella sea de plástico.



REYES
Clásico de clásicos y no es Brandy. Y aunque huele a tío borracho, el color es bien logrado pero es falso, e ponen colorante de caramelo y por eso cuando vomitas es color negro. Este es el peor de todos hasta ahorita. En cuanto a análisis visual se ve bien porque lo hicieron bien, pero en olfato de plano no tiene nada y en la boca, puta, es fuego. Es como darle un trago al alcohol del 96. La etiqueta lo hace parecer más finolis. Dice que es añejo y sólo a alcohol ¡¿Qué pedo con Pedro Domecq?!



ANÍS DEL CHANGO
Sí. Parece trago de señora. El chango está chingón, tiene onda. Cuesta 22 pesos, la botella es de vidrio, la etiqueta es bien lograda y lo mejor de todo es que no sabe a fuego. Lleva Agua químicamente pura, jarabe de azúcar refinado y filtrado, grana de anís de primerísima calidad y alcohol. El proceso de destilación se lleva a cabo en alambiques de cobre, originales del siglo XIX, o sea no es una cosa improvisada. ¡Hasta el momento es la ganadora!.



ANTILLANO BLANCO
Lo feo entre lo más feo. El “Antihumano” es el peor en aroma y sabor. La presentación pasa, pero huele muy muy mal. El ron es una bebida alcohólica, un destilado de la caña de azúcar por fermentación, destilación y que posteriormente puede o no estar sometido a procesos, desde ahí empezamos mal. Como ron tiene sabor equilibrado, casi neutro y se puede combinar con otros ingredientes, como la basura.
Ya sean caras o baratas, es gusto de cada quien. Pero basta recordar que si no las controlas provocas una pendejada o un accidente, más allá de la cruda. Una intoxicación te produce una descompensación que va desde una baja en el azúcar, hasta una descomposición iónica provocando una deshidratación brutal por el exceso de sustancias que no metabolizamos.



Vía VICE México.
http://www.vice.com/es_mx/read/catamos-los-chupes-mas-baratos-que-encontramos-y-no-estuvo-tan-mal