Por: Marisol Diaz
Lars von Trier es uno de los directores más provocadores del cine contemporáneo, conocedor de la depresión, extravagancia y sensibilidad plasmadas en las intensas historias de amor, donde Lars muestra sus demonios personales.
El director danés quiso dejar el cine a causa de una depresión realizando Anticristo, que escribió mientras sufría síntomas físicos de la misma creando una sensación terrorífica e incluso angustiosa en las salas.
En 2011 realizó Melancolía, que aboga por lo romántico y lo grandioso, protagonizada por la actriz Kirsten Dunst, donde muestra una íntima relación con la depresión y el propio final de su vida. Por último con la película Nymphomaniac en el 2013 termina con lo que le llama “La trilogía de la Depresión” iniciada en 2009.

La película de Lars presenta como “feminista” a la mujer que abandona a su hijo en pos de su sexualidad, a la que seduce a un hombre casado, o a la que se siente subyugada por el dolor físico. Y con esto, el director busca confrontar a cada quien con el concepto que tenga de la naturaleza femenina.
¿Qué tiene en común sus trilogías?
En este cine femenino, él crea figuras maternas que suelen ser frías y autoritarias, mientras que las figuras paternas son cariñosas y cercanas. Además, el dolor y la culpa acompañan a cada historia de estas mujeres en su vida diaria y en su rutina.

Los personajes son fuertes y vulnerables al mismo tiempo. Muchas veces no encuentran la salida que tienen delante de ellas. Lars utiliza la metáfora bajo el disfraz de la naturaleza como explicación del mundo.
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Al ver comportamiento masoquista en sus películas le estamos viendo a él, a un autor que no da tregua al público y que escribe por y para sí mismo.
A pesar de que para Lars Von Trier el cine debe ser como una piedra en el zapato, debe hacer sentir incomodidad; Lars logra de manera armónica que la audiencia se introduzca en estos temas lo mejor posible, y consigue deshilar los aspectos más bellos y complejos de la condición humana.
Desde el dolor hasta la sonrisa, pasando por la depresión, la repulsión, el amor, la melancolía, el baile y la falta de cordura, así es el cine de Lars Von Trier.