Mandar a la chingada a alguien o algo nunca ha sido una tarea fácil. Ya sea mandar a la chingada a una pareja, algún trabajo, un mal habito, a personas tóxicas o incluso a nuestro mismo yo negativo. Mandar a la chingada requiere de ganas, fuerza, disciplina y perseverancia.
“Hay muchas formas de mandar a la chingada, porque no cabe duda que la chingada es el lugar más visitado en México… ÁQUEL lugar A donde todos hemos sido mandados o hemos mandado ALGUNA VEZ”.
Pilar Montes de Oca
Si llegaste aquí es porqué seguramente estás cansad@ de alguien o de alguna situación y deseas sacarlo de tu vida.
Te damos algunos consejos para detectar lo que debes mandar a la chingada y hacerlo con «estilo»
1. Primero que nada debes de detectar e identificar eso que no te hace o está haciendo bien y que sigues tropezando continuamente. (Que seguramente ya lo tienes en mente)
2. ¿Se trata de un trabajo que odias, un vicio, adicción o algo que te hace daño? A trabajar amor propio y encontrar la raíz de porqué estás ahí auto destruyéndote. A veces nos estancamos en situaciones o con personas que se vuelven precisamente el motivo de nuestra infelicidad. Es más complicado empezar con una nueva rutina saludable que dejar el mal habito o adicción como tal. Empieza trabajando aunque sea a pequeños pasos. Sin miedo y un día a la vez. Plática con algún amigo o terapeuta que te sientas cómod@ todo aquello que sientes. Ve por lo que tú quieres, por lo que te apasiona, por lo que vales y mereces. No te arrepentirás…
¿Se trata de tu pareja o de una relación amorosa?
3. Identifica la razón o razones por las que quieres alejarte o sacar a esa persona de tu vida. ¿Te estás esforzando continuamente para que las cosas funcionen y con ansiedad? ¿Crees que te miente o esconde cosas? ¿Sólo tú mantienes la relación perdonando constantemente? ¿Nunca admite que está mal lo que hace o trata de echarte a ti la culpa en todo? No es ahí. Probablemente estás en una relación dependiente o tóxica, o tal vez hay algún integrante narcisista en la relación.
Si este es el caso, no se necesitará estilo. Mándal@ a la chingada y más lejos. Agarra tus cosas y aléjate lo antes y lo más lejos posible. Sin explicaciones, solo sé amable y en todo caso dile que necesitas tiempo para trabajar en ti pero jamás vuelvas. Aplica la regla de «contacto cero», cero hablar, pensarle, y por supuesto verle. Bloquéale y trata de seguir con tu vida. Necesitarás mucha fuerza y va doler sin duda el proceso, pero como la anécdota de la rana en agua caliente. Salta antes de que sea demasiado tarde y hayan consumido toda tu energía. Si hay hijos o cosas materiales de por medio, busca asesoría con algún abogado.

4. Si el caso es a la inversa y eres tú quien ya «se cansó» o aburrió de esa persona, las personas no son juguetes. ¿No involucras sentimientos y solamente ilusionas a otros? Pues muy mal por ti. Mejor estar sol@ y ver ¿qué es lo que realmente quieres? pero sin lastimar a otras personas en el proceso. Tal vez tienes rasgos de narcisismo y algunos problemas o traumas por sanar. Sé sincero contigo mismo y platícalo con algún terapeuta. Recuerda también que algún día alguien que realmente quieres también te podría mandar a la chingada.
5. Si simplemente buscas luchar por tus sueños y crees que lo mejor es mantener una amistad con esa persona en vez de establecer un compromiso, hablando siempre con la verdad es lo ideal. Busca un lugar apropiado que amb@s disfruten y simplemente sé sincero contigo y con la otra persona. Un no eres tú soy yo, pero desde el corazón.
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Aquí entonces unos tips para «mandar a la chingada» a alguien con estilo.
* Llevalr@ o citarle en un lugar de su agrado. Comienza tú siendo amigable en vez de comportarte raro, nervioso o cortante .
* Que venga del corazón y no de la cabeza. Si aún estás moles@ con esa persona, lo ideal sería dejar pasar unos días para que todo sea más claro. Recuerda que enojados decimos cosas hirientes y que a veces no queremos decir.
* Puedes comenzar preguntándole por sus planes de vida. ¿Cómo te ves en 10 o 20 años? Si en la respuesta no apareces, ya estás del otro lado. Tiene primero sus intereses, y probablemente no le romperás el corazón. Si en la respuesta estás tú, prepárate para una buena y larga plática.
* Cuéntale tus planes de vida. Dile que te cuestionaste eso de cómo te veías en 20 años y que te diste cuenta que aún hay muchas cosas que quieres hacer, conocer y cumplir.
* Que le quieres mucho y que te gustaría seguir siendo amig@s o al menos desearse el bien mutuamente. Si de verdad te quiere, lo entenderá y te apoyará. Tómale de la mano y dile sus cualidades, lo mucho que vale y que merece.
* No es un adiós sino un hasta luego. No lo hagas ver o sentir como si fuera la última vez que se verán o hablarán. Hazle ver qué estarás ahí para lo que necesite aunque tú en el fondo sabes que sus rumbos se terminarán alejando.

* Si te busca después se amable. No significa que tienes que seguir como antes que tenían la relación; pero tampoco seas mala persona ignorándole por completo. Aléjate poco a poco y muestra empatía con el proceso de la otra persona en superarlo también. Si no lo entiende o existe algún tipo de obsesión de su lado, tampoco es tu culpa. Simplemente no seas groser@ y háblale con la verdad.