En Bangkok, Tailandia, existe un tipo de comercio que no se ha hablado con tanta regularidad dentro de su cocina: los mercados flotantes
En 2014, tuve la oportunidad de ir al mercado flotante de Khlong Lat Mayom, ubicado a cuarenta minutos de Bangkok. Aunque en esta ciudad hay muchos mercados similares, este es de los pocos que no aparecen en las guías turísticas, pues una de sus principales características son sus raíces profundas en la vida cotidiana de los lugareños porque es divertido, familiar y muy barato –como todo en ese maravilloso país-.
Lo descubrí gracias a una amiga tailandesa. Después de una hora de trayecto, llegamos cuando el mercado se encontraba instalándose. Vendedores prendiendo parrillas, preparando masa, asando pescados, marinando pollo. Diablitos cargados de cajas de frutas, hornos de carbón calentándose, mesas decoradas con manteles de colores, y una fila interminable de niños comprando bolsas de pan para darle de comer a los peces que se encuentran en el gran canal que rodea el mercadillo.

La mayor parte del lugar está construido sobre terreno firme. A simple vista, parece una enorme choza de bambú sostenida de troncos enormes de árboles. De un lado, se encuentran los productos frescos como verduras, frutas, carne, pescado, mientras que del otro platillos de diferentes colores, sabores y olores.
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Una diversidad de sabores y mercados
Aquí lo más estresante es elegir qué comer. La cocina tailandesa no sólo es una de las más sofisticadas por su mezcla de sabores dulces, salados, agrios y picantes, sino también por sus presentaciones tan artesanales, como aquellos omelettes con huevo de hormiga hechos sobre una pequeña cajita de hoja de plátano sujetada con palillos o esas tortitas dulces de harina de arroz con leche de coco. Todo un poema.

Pero a pesar de la gran cantidad de comercio –pues además de comida hay puestos de ropa, calzado, artículos de belleza, trastes y artesanía-, el mercadillo siempre se mantiene tranquilo y discreto. Hay mesas disponibles para sentarse al borde del canal y disfrutar todos los manjares que se puedan comer.
Una vez que el estómago queda satisfecho, se puede dar un paseo por los jardines del mercado, o bien, cruzar un puente de bambú para dar un paseo por el río en una pequeña balsa de madera. Al regreso, seguramente quedará tiempo para otra mirada, y por supuesto, comer y volver a comer.

Otros mercados flotantes en Bangkok
1.- Amphawa: Una comunidad que se convierte cada ocho días en un mercado flotante. Los turistas se escapan de Bangkok para comer los platillos que los vendedores ofrecen desde sus pequeños barcos estacionados en el canal.
2.- Damnoen Saduak: Situado a más de hora y media de Bangkok, se le conoce también como Damnoen Saduak. Es completamente turista, así que siempre está abarrotado de gente cada fin de semana.
3.- Taling Chan: Es famoso por su fresca selección de pescados, mariscos asados y serpientes. Aquí es muy tradicional el caldo de aleta de tiburón.
4.- Nam Phueng: Se encuentra en Bangkok en el área mejor conocida como Phra Pradaeng, fue creado recientemente para atender la creciente demanda de personas en busca de ocio los fines de semana.