No es ¿por qué te conocí? Sino ¿Para qué conocí?

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Por: Manuel Cabrera

Al conocerte, el mundo se detuvo. Desde el momento en que te vi me di cuenta que era contigo que quería estar para siempre. Me cegué. Te idealicé. Creí que serías esa persona con quien yo envejecería. Todas las canciones hablaban de ti. El mundo se podría derrumbar y no pasaría nada mientras estuvieses a mi lado.

Me entregué por completo. Pero jamás creí que me enamoraba de un fantasma. Que esos abrazos, caricias y palabras de amor fueron tan solo murmullos del viento. Que el olor a ti era la fragancia de una flor extinta que jamás alguien percibió. Que no existió esa persona. Que no existía nada debajo de ese dulce disfraz.

 Olvidarte no fue fácil. Es más jamás te olvidaré y por eso escribo estas líneas. Fuiste como ese huracán o terremoto que alguien sobrevive e imposible de olvidar. Pero serás recordado como aquello que me enseñó a amar, más no como el amor de mi vida. Serás recordado por haberme echo saborear la traición. Por haberme enseñado a perdonar incluso puñaladas por la espalda. Te recordaré por ser el detonante para comenzar a amarme a mí mismo. A aceptarme como soy, con mis defectos y a reconocer mis virtudes. Jamás olvidaré que gracias a ti reconocí mi verdadero valor y establecí mis límites.

Aprendí que las grandes enseñanzas no necesariamente llegan por las buenas. Me hiciste darme cuenta que merezco ser feliz. Me enseñaste lo fuerte que soy. Que soy capaz de superar todo, hasta lo que en su momento se piensa imposible. Es más, fuiste quien encontró y me mostró esa luz en mí que desconocía. Creí que irradiaba felicidad por ti, más me di cuenta que la luz venía de mí. Tú solamente la detonaste.

Por todo esto y mucho más, ¡Muchas gracias! Ahora me amo a mi mismo. Ahora sé quién soy, y sé que no se necesita de alguien más para estar completo. Vuelvo a tener ganas de vivir pues me recordaste que vivía muerto. Tengo ganas de hacer todo aquello que siempre quise. Quiero conocer todos los lugares que me han llamado a visitarles por algún motivo. Deseo retomar mis sueños y volver a mi camino. De ver mis sueños hacerse realidad. De ver mis logros y metas cumplidas.

Me regresaste mi energía. Me quitaste todos los miedos al dejarme herido a muerte. Conocí a la flaca y me susurro al oído que si ya me quería ir con ella. Le dije que no. Ahora es una nueva amiga que siempre va a la izquierda recordándome que no queda tiempo, que debo disfrutar y aprovechar cada instante porque tarde o temprano tendré que acompañarla. Que a todos nos llevará solos y que todas las personas y seres queridos solo están aquí como compañeros temporales del viaje. Que amemos y agradezcamos a diario a quienes queremos y tenemos a un lado.

A todas aquellas personas que suman felicidad a tu vida. Ahora tengo amor en mi y creo que también amor para dar. Tengo ganas de escribir un nuevo capítulo en mi vida lleno de risas, amor y felicidad; todo eso gracias a que tú, me enseñaste a amar.

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