El principal síntoma es sangrado vaginal. Puede venir acompañado de dolor abdominal o dolor en la espalda baja.
Por Katia Ibáñez
Primero hay que saber que un aborto espontáneo (también conocido como natural) se define como la pérdida involuntaria del embarazo antes de la semana 24, sabiendo que el tiempo de gestación natural es de entre 33 y 38 semanas. Hay dos parámetros a tomar en cuenta, tiempo y desarrollo embrionario.
Por tiempo puede ser desde los abortos espontáneos tempranos; antes de la semana 12. Y los tardíos; entre la semana 13 y 24. Entre el 80% y 85% de los abortos espontáneos son tempranos.
De todos los embarazos reconocidos clínicamente, entre el 10 y el 15% terminan en abortos espontáneos. Una forma más simple de explicarlo es que al menos una de cada cuatro mujeres experimentará un aborto natural y su riesgo aumenta conforme avanza su edad.
Por desarrollo embrionario hay de nuevo dos tipos, en los que el embrión se desarrolla y el saco gestacional tiene contenido; y en los que no hay embrión, ya que en algún punto las células dejan de multiplicarse y se reabsorben dejando un saco gestacional vacío. Los segundos se conocen como embarazos anembriónicos.
De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Assisted Reproduction and Genetics, entre el 50% y 76% de los abortos naturales son causados por fallas cromosómicas en el embrión. Algunas alteraciones son compatibles con la vida, como el Síndrome de Down que es causado por tener tres cromosomas en el par número 21. Sin embargo, la mayoría de las alteraciones cromosómicas son incompatibles con la vida. El estudio concluye hablando sobre los casos de 272 abortos espontáneos estudiados, el 58% de los embarazos anembriónicos presentaron anormalidades cromosómicas. Mientras que en el caso de embarazos con desarrollo embrionario el 68% presentó este tipo de anormalidad.
El principal síntoma de un aborto natural es sangrado vaginal. Puede venir acompañado de dolor abdominal o dolor en la espalda baja. Algunas mujeres reportan que se dieron cuenta porque simplemente dejaron de sentirse embarazadas.
Usualmente no se hacen estudios de seguimiento hasta que una mujer sufre tres abortos naturales consecutivos. Se debe a que las probabilidades de tener un embarazo saludable y un bebé sano después de haber sufrido un aborto natural son muy altas. Especialmente si se siguen las siguientes recomendaciones.
- Tomar ácido fólico regularmente
- Evitar sobrepeso y obesidad
- Mantener otras enfermedades, como diabetes, bajo control
- No fumar ni consumir drogas
- Mantener niveles bajos de consumo de cafeína y alcohol
Cuando salí del quirófano, después del peor dolor que he sentido en mi vida y la ‘borrachera’ del despertar de la anestesia general, pasé varios días tirada en mi cama sin siquiera bañarme. Incluso si el reposo no hubiera estado médicamente indicado, me lo habría tomado.
Crónica de un aborto espontáneo.
No tenía energía ni ánimo para nada, me imagino que una parte era debido a la pequeña hemorragia que tuve y la otra porque aún no terminaba de procesar todo lo que había pasado. Habían sido cuatro semanas de una montaña rusa de sentimientos, la emoción de nuestras familias, la ilusión de un bebé en nuestras vidas, de planes e ideas. La pesadez que sentí en el pecho cuando mi ginecóloga puso cara de angustia, el llanto de nuestros seres queridos, el dolor físico, el cansancio emocional, todo había sido demasiado y demasiado rápido.
Nuestra vida había dado un giro de un lado al otro y de regreso en muy poco tiempo. Hubo momentos en los que me pregunté qué pude haber hecho diferente, qué hubiera pasado si… En ese momento no encontré respuesta. Hoy pienso que la respuesta es nada. La vida así es, cuida de sí misma incluso si eso a veces significa la vida misma.
Hubo tres cosas que me ayudaron a levantarme de la cama. La primera de ellas, mi esposo. Todo el tiempo estuvo a mi lado, me abrazó, me hizo reír, me dio motivos para sonreír, me consoló, me dijo justo lo que necesitaba escuchar. Me compartió su manera de ver la vida, me contó lo que veía en el futuro para nosotros, me sostuvo la mano y me cuido y protegió como siempre y como nunca.
La segunda fue la gente a mi alrededor. Desde los amigos más cercanos que llamaron todos los días, pasando por las familias de ambos que nos inundaron de amor. Particularmente mi mamá que puso sus propias ilusiones rotas de convertirse en abuela a un lado, hasta la grata sorpresa de recibir cariño de quién no esperaba. La lluvia de cariño nos acompañó de principio a fin.
Por último, lo que más impacto tuvo en mí, fueron los montones de historias de otras mujeres, de otras familias que nos abrieron su corazón y memoria para compartir con nosotros experiencias similares. Algo tiene el saber que no eres el único, que otros han estado dónde tú estás y que han podido moverse a otro lugar. Y esa es la intención de estas líneas. Si tú nunca te has embarazado y está en tus planes, ojalá esto te sirva para hacerte consciente de que sucede, que es común y que si te pasa estés un más preparada y mejor informada.
A MÍ ME HUBIERA ENCANTADO SABER LO QUE SÉ HOY ANTES DE VIVIRLO. SI TU PASASTE O ESTÁS PASANDO POR ALGO SIMILAR, NO ESTÁS SOLA. SEGURAMENTE HAY MÁS DE UNA MUJER A TU ALREDEDOR QUE YA LO VIVIÓ, ALGUIEN QUE TIENE LA MEJOR DISPOSICIÓN DE COMPARTIR SU HISTORIA CONTIGO CON LA ESPERANZA DE QUE ENCUENTRES ALGO ÚTIL EN ELLA.
Para más información sobre los diferentes diagnósticos
y manejos médicos sobre el aborto, te recomiendo leer aquí.
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