La gente está acostumbrada a pensar que el hecho de tener hambre es una desgracia. Hay que dar vuelta a la cabeza para aceptar la idea de que el ayuno puede curar
– Valentin Jurevich
Por: Yarumi Vidal
Pozolito verde o menudito con su pancita y libro, y el refresco de preferencia porque; los caldos no se llevan muy bien con agua natural, para acompañar, una orden de tacos dorados con todo o también una quedadilla de comal o frita, dos para llevar (no vaya a ser que se me antoje). Así pinta un fin de semana de aquellos sabrosos en los que decidimos tirar la casa por la ventana y entregarnos a los placeres gastronómicos. Si pensar en decir “hasta luego” por una dieta es difícil, ahora imagínense un rotundo “Adiós” de dos a tres semanas y ¿Por salud? ¿Es realmente una posibilidad?
En el 2011 se dio a conocer un documental francés: “El ayuno, ¿Una nueva terapia?”. En sus 55 minutos de duración exponen una serie de estudios acerca de los beneficios que en Francia, Alemania y Rusia han encontrado a esta alternativa, existen centros de ayuno en donde la media de esta práctica es de 12 días pudiendo durar hasta 3 semanas (o más) dependiendo de la situación personal.

Ofrecen actividades, masajes, saunas, ejercicio, agua de manera inagotable, dependiendo del centro algún caldo de una sopa o jugo de naranja como mucho, pero lo más importante chequeo médico diario.
La alimentación provee de 3 elementos básicos para el funcionamiento del cuerpo: glucosa, lípidos y proteínas. Durante el ayuno la sensación de hambre deja de sentirse a partir del tercer día, es ahí cuando comienza un proceso de desintoxicación y el cuerpo hace uso de las reservas, primeramente de la glucosa (básica para el cerebro), y para producir un sustituto de la glucosa el cuerpo toma 80% de grasas y 20% de las proteínas de la cantidad requerida diaria para seguir funcionando.
Las células muestran una respuesta protectora ganada a través de 3 millones de años de evolución, en las que se ralentiza usando menos energía, moviéndose menos, necesitando cantidades menores de combustible para poder alargar su vida. Esta capacidad de poner a una velocidad menor el cuerpo es lo que permite mayor tolerancia a las quimioterapias, disminuyendo sus efectos secundarios aumentando también la efectividad de la misma, según el documental, a razón de que las células de cáncer no mostraron esta capacidad quedando menos fuertes que antes por la falta de nutrientes y así más expuestas ante las dosis de medicina para tratar el padecimiento.
Es lógico pensar en que el ayuno pueda ayudar a alargar la vida y también pueda funcionar como tratamiento de algunos males y afecciones, ya que la contraparte; el alimentarse 5 veces al día con pequeñas porciones acelera el metabolismo quemando las grasas y dependiendo de la cantidad de proteínas se da un aumento en la masa muscular. Hablando de las proteínas, en el ayuno marcan el margen de los días en que se debe hacer.
Existe una población entre la frontera de Pakistán e India, llamada Hunza, viven entre los 110 y 120 años, muestran signos de envejecimiento tardíamente. Las mujeres de 40 años tienen apariencia de jóvenes y hay señoras de 65 años que siguen dando a luz, suelen bañarse con agua helada de 15 grados bajo cero. Su dieta es prácticamente vegetariana y suelen realizar ayunos de manera regular.

Según el médico escocés Robert McCarrison, el secreto de la longevidad es la dieta casi carente de proteínas, consumiendo 50 gramos como promedio.
El ayuno es considerado gracias a los resultados en las investigaciones de más de diez mil personas que funciona para disminuir enfermedades como gota, reumatismo, hipertensión, alergias, insuficiencias cardiacas, obesidad, procesos gripales y gastrointestinales, hasta el tratamiento de depresión, entre otras, por lo cual en Alemania es cubierto por el Seguro Social y en Perú y Brasil lo han incluido como parte de los servicios sanitarios. Datos como el 60% de quienes practicaron el ayuno en Rusia mostraban mejoras inmediatamente y después de seis años aún el 47% seguían mejor que cuando no lo habían realizado, dan fundamento para elegir esta terapia considerando el coste-beneficio.
Así que quizá un ayuno ocasional sin nuestros antojitos y comidas vengan a caernos bien, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud, es otra opción en este universo de los tratamientos, del cual cada quien elige.
Documental:
“El ayuno ¿una nueva terapia?”