La noche oscura del alma es una fase en la vida espiritual del ser humano, donde experimenta un sentido de soledad y desolación que le conduce a la verdad.
A medida que maduras, es posible que hayas pasado por tu propia noche oscura, o que estés por entrar en ella. Es este periodo de tiempo en el que nada hace sentido. No te sientes tú, y estás en medio de una crisis muy extraña.
Esta noche no tiene tiempo exacto. Se trata de un colapso del significado de la vida. Es como una profunda sensación de falta de sentido. En algunos casos está muy cerca de lo que convencionalmente se llama depresión: nada tiene sentido o no hay ningún propósito para nada.
A veces, la noche oscura se desencadena por algún evento externo, como una muerte o la pérdida de una vida construida. A veces llega como parte de tu crecimiento personal a nivel consciencia.
Historia
La noche oscura del alma, en estricto rigor, es una metáfora utilizada para describir una fase crítica en la vida espiritual de una persona, basada en el título de un famoso poema escrito por el poeta, sacerdote y místico católico español del siglo XVI San Juan de la Cruz, que narra el viaje del alma desde su casa corporal hasta su unión con Dios.
Entonces, el alma pasa por diversas experiencias dolorosas y siguiendo ciertos pasos tendientes a lograr la purificación de los sentidos y la purificación del espíritu. Desde entonces, el término “noche oscura del alma” se utiliza en el cristianismo para referirse a una aguda crisis espiritual.
San Juan de la Cruz era un sacerdote de la Orden de los Carmelitas Descalzos. Su poema narra el viaje del alma desde su casa corporal hasta su unión con Dios. El viaje ocurre durante la noche, que representa las dificultades que el alma afronta en viajar desde el mundo y llegar a la luz de la unión con el Creador.
Hay unos cuantos pasos en esta noche, que se relacionan en sucesivas estrofas. La idea principal del poema se puede ver como la experiencia dolorosa que la gente soporta cuando procura crecer en madurez espiritual y unión con Dios.
La noche oscura y otros autores
El término también es común en la cultura popular y en otras filosofías espirituales. Por ejemplo, T.S. Elliot, Ernest Dowson y Scott Fitzgerald escribieron sobre esta noche oscura del alma. El maestro espiritual Eckhart Tolle, también ha escrito de esto.
En su obra, Thomas Moore explica que “una noche oscura del alma es oscura porque no tenemos garantías de que lo que está ocurriendo tenga sentido y en última instancia sea beneficioso, pero hemos de aceptar la noche oscura y vivir en consonancia a ella porque el alma se alimenta de la oscuridad y la luz».
La noche oscura en el budismo
Según la meditación del budismo, el practicante pasa por 16 etapas del pensamiento en su búsqueda del despertar. De estos, los pasos cinco a diez son «el conocimiento del sufrimiento». Los budistas occidentales y los profesores de budismo regularmente comparan esta experiencia con la noche oscura.
Los cinco pasos son:
1. Conocimiento de disolución (bhanga nana)
2. Conocimiento del temor (bhaya nana)
3. Conocimiento de sufrimiento (adinava nana)
4. Conocimiento del asco (nibbida nana)
5. Conocimiento del deseo de liberarse (muncitukamayata nana) y conocimiento de recontemplación (patisankha nana)
Todo eso sería necesario ya que una vez superados estos pasos se llega al decimocuarto que es el del «Conocimiento del camino».
Estas experiencias han conducido a la especulación que la noche oscura es un estado espiritual o místico reconocido independientemente de un sistema de valores específico.
Beneficios
Una noche oscura del alma puede sanar, y sanar significa estar más vivo y presente en el mundo que nos rodea. Nos sana abriéndonos el canal, a veces hasta el punto de desmembrarnos.
También, la noche oscura puede ser una forma de morir. Purifica una vida llena de desechos, del mismo modo que el Antiguo Testamento dice que Dios purificó todo lo existente con un diluvio. Es una forma de catarsis.
El alma se nutre de la noche oscura. El dolor, las adversidades, las renuncias obligadas a algunos sueños nos hacen humildes. Destruyen capas de orgullo, omnipotencia, vanidad, arrogancia y narcisismo. Destruyen capas de egocentrismo, perfeccionismo, rigidez e intolerancia. La humildad se forja en el fuego alquímico del dolor. Entonces tratar de evitar el sufrimiento inevitable solo genera más dolor.
Los especialistas recomiendan que la mejor forma de transitar por esos momentos de contracción, miedo y dolor es entregarse a ellos y mirarlos de frente, cultivando la virtud de la paciencia y evitando la ansiedad.
Tomar conciencia del momento y observar nuestros pensamientos para sentir las emociones plenamente, y evitar caer en hábitos autodestructivos y adicciones. Lo principal es recordar que la oscuridad no es real, sino una percepción distorsionada nacida del miedo.