Chucho el Roto no era cualquier bandido, era un maestro del engaño y el disfraz.
Jesús Arriaga, mejor conocido como “Chucho el roto”, nació en Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala, en el año de 1858, de oficio ebanista. Debido a la muerte de su padre, fue su deber mantener a su madre y hermana; de esta manera un día llegó a su taller un caballero distinguido solicitando un ebanista para que examinara una sillería fina italiana.
Así conoció a Matilde, sobrina del caballero, de quien se enamoró y fue correspondido, pero había una barrera entre los dos debido a la diferencia de clases. Sin embargo, eso no fue impedimento para que Matilde se embarazara de Jesús y tuvieran una hija. Esto ocasionó que mandaran a Matilde a Europa para dos años después regresar con una niña llamada Dolores, de quien decían era adoptada.
Ante la situación, Jesús decidió robarse a su hija y fue encarcelado; al ser atrapado, fue recluido en la cárcel de Belem, en la capital del país, para ser trasladado a San Juan de Ulúa en Veracruz, cárcel conocida por sus tormentos a los reclusos.
Escape casi imposible
En 1885 Jesús escapó decidido a estafar y robar principalmente a los ricos para ayudar a la gente pobre, con quienes repartía sus botines. Para ello, vestía elegante.
A los ricos se les apodaba “rotos” del cual surgió el sobrenombre de Jesús como “Chucho el roto”. Durante diez años, Chucho estafó y robó de maneras muy ingeniosas, hasta que fue apresado en Querétaro por el robo a una joyería.
Una vez en San Juan de Ulúa, Chucho intentó escaparse de nuevo, pero logró su objetivo a medias, ya que fue perseguido en lanchas y apresado de nuevo, siendo lesionado de una pierna. El juez en turno, Javier de la Torre, es a quien se reconoce como el primero en llamar “roto” a Jesús Arriaga. Pues al verlo vestido impecablemente en el juicio se cuenta que exclamó: “¡Mírenlo, es un roto!”
Muerte de Jesus Arriaga
Como resultado de su fuga el juez lo condenó a Chucho a trescientos latigazos, Se comenta que Matilde, la madre de su hija, pagó al verdugo para que aplicara los latigazos de manera tal que no lo matara. Lo siguiente que se sabe es que fue trasladado al hospital “Marqués del Monte” donde murió en brazos de Matilde, a quien juró amor eterno.
Oficialmente se cuenta que murió en Veracruz el 25 de marzo de 1894 a los 36 años de edad. Fueron Matilde y Dolores, su hija, quienes reclamaron el cuerpo. El féretro fue trasladado a la Ciudad de México bajo la custodia de guardias contratados por Matilde, donde se le dio cristiana sepultura.
Otra versión cuenta que su muerte fue tan solo un truco más. Pues en el ataúd que supuestamente lo llevaría a la Ciudad de México no se encontró el cuerpo, sino un montón de piedras. Lo cierto es que hasta la fecha se desconoce en dónde se encuentra la tumba de Chucho el Roto.
Fuentes:
https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/la-leyenda-de
https://www.noesis.com.mx/post/la-leyenda-de-el-robin-hood-mexicano