La pandemia de COVID-19 ha dejado a muchas personas en casa, solas en una cuarentena. Los psicodélicos son una forma de viajar sin ir a ninguna parte.
Las fronteras están cerradas y los aviones están aterrizados, lo que significa que no puedes viajar al extranjero. ¿Por qué no recurrir a los psicodélicos?
No te estoy diciendo que a fuerzas te drogues, pero si realmente quieres un viaje sin salir de casa podría ser una opción. La verdad desconozco si en tu país sea ilegal o no el consumo de psicodélicos. Pero tenemos que ser sinceros, esta cuarentena va para largo.
Distanciamiento social, aislamiento, cuarentena, la amenaza persistente de una pandemia respiratoria global que, estoy segura, solo empeorará antes de mejorar. Si bien los psicodélicos han mostrado resultados prometedores en entornos de investigación clínica como herramientas para aliviar, o, de hecho, eliminar, ansiedades que de otra manera serían intratables, también pueden tener un efecto más agudo de amplificar esas ansiedades.
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Uno puede argumentar razonablemente que, bueno, los psicodélicos tal vez conducen a algo como el autoaislamiento. Sin embargo, todo cambia cuando ese aislamiento es dictado por el gobierno.
Los informes de viajes de autoaislamiento de la animada comunidad de LSD de Reddit han producido, la semana pasada, evidencia anecdótica de viajes terribles , viajes de «pesadilla» , memes sobre familias que parten juntas , comentarios hiperbólicos como, «Literalmente, no hay mejor momento que ahora para comer una hoja entera». El distanciamiento social, la auto-cuarentena, y todas estas medidas necesarias tienen una manera de hacernos sentir un poco como prisioneros o pacientes encerrados en celdas cómodamente acolchadas.
El distanciamiento social, la auto-cuarentena, y todas estas medidas necesarias tienen una manera de hacernos sentir un poco como prisioneros o pacientes encerrados en celdas cómodamente acolchadas. Es esa sensación inminente, ambiental de ser privado, de estar atrapado, lo que probablemente contribuya a un entorno totalmente hostil a una estancia psicodélica segura y cómoda en ese gran más allá.
