PARA EVITAR EFECTOS DEMOLEDORES DE SU IMAGEN ANTE LA OPINIÓN PÚBLICA, LAS GRANDES FIRMAS IMPONEN A SUS SUMINISTRADORES UNOS CONTRATOS OBLIGANDO A QUE LAS FÁBRICAS RESPETEN HORARIOS LEGALES CON SALARIOS MÍNIMOS Y NO UTILICEN MANO DE OBRA INFANTIL. PERO LA REALIDAD ES QUE, FIRMADO ESE DOCUMENTO QUE LAS LIBERA DE RESPONSABILIDADES, LAS PRINCIPALES MARCAS NO SUELEN INTERESARSE EN COMPROBAR SU CUMPLIMIENTO.
Por: Yal Monzón
Más de 10 horas de labor en condiciones precarias, sin contratos, sin prestaciones, con bajísimos sueldos de aproximadamente 50 centavos la hora y con malos tratos de parte de los jefes: Así se encuentran millones de trabajadores esclavizados en distintos lugares del mundo.
Grandes firmas de moda forman parte de éste grupo, mandando producciones colosales a países como India, Marruecos, China, Bangladesh, Pakistán, entre otros, exigiendo un trabajo a marchas forzadas para lograr lanzar sus colecciones cada temporada.
Casi todas las etiquetas que indican el origen asiático de una prenda de vestir permiten sospechar horarios abusivos y salarios insuficientes, talleres insalubres, discriminación por género e incluso empleo de mano de obra infantil.
Actualmente se encuentran destacados ante la fomentación de la esclavitud el grupo Inditex (marcas como Zara, Massimo Dutti, Bershka, etc.), también H&M, GAP, e incluso marcas deportivas como Adidas y Nike, las cuales han dañado física y emocionalmente a sus trabajadores, haciendo caso omiso a las miles de denuncias presentadas en contra de éstos.



Desgraciadamente éstas prácticas no han quedado sólo en la industria textil, si no que se han extendido a cadenas de alimentos, tiendas en línea, mueblerías, supermercados y tecnología, logrando aumentar el trabajo de miles de personas, pero haciéndolo en condiciones de explotación.
DESMAYOS, MUERTES, LESIONES, MALTRATO VERBAL, SON SÓLO ALGUNAS DE LAS SITUACIONES QUE PASAN DÍA A DÍA MILLONES DE PERSONAS SIN PODER HACER NADA AL RESPECTO.
Por pobreza o por obligación es la causa mayoritaria entre los infantes y adolescentes que laboran en estas fábricas sin control, algunos incluso, simplemente por costumbres y tradiciones absurdas de sus regiones.



¿Qué hacer para contrarrestar la esclavitud? Muchos protestan violentamente, otro puñado dialoga o lanza campañas pacíficas. Si bien ha funcionado para brindar conciencia a distintas corporaciones, siempre surgirá una nueva o una que hará caso omiso, y que no hará nada al respecto.
Si nos informamos correctamente, comenzaremos a tener un poco más de conciencia sobre la situación que se vive día a día en el mundo. El comprar productos nacionales y consumir con pequeños productores emergentes y artesanos ayudarán también a la economía de nuestro país.
No sólo se trata de vernos bien, sino de saber lo qué hay detrás de cada prenda.