¿Alguna vez has sentido miedo? Mentirías si dijeras que no, pero no te preocupes, todo ser humano ha tenido miedo al menos una vez en su vida.
El miedo nunca es el mismo, es como si fuera un tronco con ramificaciones, y una de esas ramas más gruesas es el miedo al cambio, o a salir de la zona de confort.
Y es normal ese temor, porque desde que el ser humano pisó este planeta, como especie, siempre ha temido a aquello que no conoce, entendido no sólo como a otros animales, sino también a las circunstancias que lo rodean.
Recuerda el miedo que sentiste al salir de la carrera (o si aún estás estudiando), en el miedo a hablarle a esa persona que tanto te gusta o a solicitar ese empleo. En todas esas ocasiones seguramente pensaste que si te responderían con un sí o con un no, pensaste en múltiples escenarios que podrían pasar.
¿Y al final cuántos de esos escenarios se volvieron realidad? Seguramente unos pocos.
No es que esté mal tener miedo, incluso esa sensación tiene una justificación en el ser humano. Lo que no resulta tan funcional, es el hecho de quedarse paralizado por esta emoción. E incluso, eso tampoco está mal, sólo recuerda respirar y seguir adelante.
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A muchas personas, en las que podría incluirme, dar ese pequeño primer paso siempre es complicado, y más si tu mente no deja de repetirte que no lo lograrás o te presenta los peores escenarios posibles. Solo concéntrate en ese pensamiento y hazte la pregunta “¿y cómo lo sabes?” Será una de las pocas formas en las que te atreverás a hacer las cosas.
Y si no te sientes tan confiado o confiada aún, siempre puedes pedirle una pequeña ayuda a quienes te rodean, para que te den un poco de motivación también, pero cuidado, busca que esas personas te muestren las ventajas de aventurarte, no a que te metan más miedo del que ya sientes.
Pero recuerda que al final, eres tú quien tomará las decisiones, y quien tendrá que responsabilizarse por las consecuencias de las decisiones que tomes. Sea cual sea el resultado, no será tan catastrófico como pudiera parecer, y al final, toda experiencia da grandes aprendizajes, nos gusten o no, pero es parte de la vida, así que, cuando tengas miedo, toma el consejo de un famoso standupero mexicano: hazlo por la anécdota.
