Por David Rivera Bautista
Un estudio realizado por la Universidad de Colorado arrojó resultados que sugieren que los campos de cáñamo pueden ayudar a estos insectos a seguir con su alimentación en momentos cruciales de escasez de polen.
El calentamiento global es algo que nos ha ido dañando con el paso de los años. No solo a los seres humanos, sino a la naturaleza: flora y fauna por igual. Producto de este grave error que hemos causado, es la disminución de las abejas, al no contar con el alimento suficiente para subsistir.
De acuerdo con este estudio presentado en una conferencia de entomología en Vancouver, Colton O’Brien, estudiante de la universidad e investigador, explicó que se realizó un estudio en los campos de cáñamo en el que se descubrieron que, de los 66 géneros de abejas conocidos que habitan en Colorado, 23 se encontraron dentro de las trampas colocadas en estas parcelas.
Si bien las plantas de cáñamo no producen néctar, sí el polen suficiente para poder alimentarlas. De hecho, el investigador afirmó que en los campos había polinizadores más grandes como abejorros y abejas sudoríparas, quienes se sintieron atraídos por el color del polen de esta planta, base de la alimentación para sus crías y la construcción de sus colmenas.
Aunque aún no se conocen con certeza las propiedades nutritivas del polen de cáñamo, los hallazgos de este estudio son esperanzadores para los investigadores y para los humanos en general, así como para estos pequeños insectos.
Te dejamos el enlace del estudio realizado en noviembre para que puedas leerlo
https://esa.confex.com/esa/2018/meetingapp.cgi/Paper/132657