Holbox, la isla en donde la única certeza es el mar

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Holbox destacada

Antes de convertirse en un destino paradisíaco, la pesca era el sustento principal de Holbox, pero con la llegada del turismo este oficio está a punto desaparecer. 

Cuando Melby cumplió catorce años entendió que la principal causa de su malestar no eran los ataques de epilepsia que constantemente amenazaban su salud, sino quedarse en casa, mientras su padre navegaba entre el mar cristalino de Holbox para pescar, así que decidió abrirse camino en la embarcación de su progenitor.

A sus 56 años, Melby reconoce que en su adolescencia, la pesca le ayudó a enfrentar sus miedos, pero con el paso de los años descubrió que no podía depender de este oficio ejercido por hombres, así que desde hace 25 años encontró el ingreso económico en los cocos; los transforma en aceite, dulce, leche o agua.

Melby Holbox
Señora Melby, habitante de la isla Holbox

El final de un oficio

El incremento de la infraestructura turística ha obligado a los más de mil 500 habitantes a buscar una economía más dependiente de este sector.

En las últimas décadas el mar ha ofrecido cada vez menos, por eso hemos tenido que dar un poco de espacio al turismo para sobrevivir, dice don Víctor Velázquez, pescador.

Para obtener mayores ingresos, los pescadores deben aplicar distintas técnicas en función de la especie y la temporada. En Holbox, las capturas más redituables son: la langosta, el pulpo, el tiburon, el boquinete, el pargo lunar y el coronado, pero en el mar lo que menos existe es certeza. Además la mayoría de los pescadores terminan con las manos destrozadas o los pulmones reventados por el constante esfuerzo que implica respirar a varios metros de profundidad.

pesca

Otro problema es la incertidumbre económica, los pescadores también son víctimas de las inclemencias del tiempo: la lluvia, el viento, los truenos, el sol y las olas.

Los holboxeños no saben a qué tenerle más miedo, si al desarrollo turístico desenfrenado o a las tormentas tropicales y huracanes que amenazan con destruir constantemente a la isla, como ocurrió con en 1988 con “Keith” o en 2005 con “Wilma”.

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Quizá por eso, San Telmo, el guardián de los pescadores llegó a Holbox junto con un grupo de sobrevivientes a mediados del siglo XIX, pero al tratar de investigar un poco más sobre la historia de este lugar, la memoria de sus habitantes es borrosa y dispersa. Aquí la única certeza es el mar.

San Telmo
San Telmo, guardián de los pescadores
saxofonista Holbox

A pesar de toda esta incertidumbre que se vive en la pequeña isla, Holbox se ha esforzado por preservar su identidad; los paseos en kayac o lancha son tan encantadores como los recorridos en bicicleta, también podremos encontrar muros de mujeres con peinados en forma de flamenco, un Pinocho pescador y un saxofonista que lanza melodías en forma de peces, sin duda son imágenes que transmiten la añoranza permanente de sus habitantes.

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